Dr. Pelayo Hilario Valenzuela (19/07/18).
Al ubicarse en el año 2006, Macelo Giugale en libro, Perú la oportunidad de un País diferente: Prospero, equitativo y gobernable, publicado por el BIRF/BM manifiesta: “Un Poder Judicial eficiente y transparente es esencial para mejorar la competitividad del país, atraer inversiones extranjeras y, en consecuencia, contribuir al crecimiento”. Lo contrario, es convertirse en enemigo y truncar las aspiraciones de crecimiento, esto es lo está sucediendo por muchos años y se viene acentuando en el Perú, por consiguiente, la corrupción no es desconocido, solo que la población se siente impotente, porque los poderes del Estado no solo son poderosos para dirigir los destino del Perú, sino también son poderosos en corrupción, sobre todo el poder judicial y poder legislativo.
Para Proética (2006), las instituciones públicas corruptas en el Perú, siguen el siguiente orden: Poder judicial, policía nacional, congreso, gobierno central, municipalidades, gobiernos regionales, fuerzas armadas y partidos políticos. En tanto, en el año 2010, según la Sexta Encuesta Nacional sobre la percepción de la Corrupción en el Perú – Ipsos Apoyo, la corrupción es considerada como el principal problema del País. La cual, para el año 2013 de acuerdo a la VIII Encuesta Nacional sobre percepciones de la corrupción en el Perú 2013, elaborado por Ipsos Perú por encargo de Proética, revela que la población considera que el Legislativo es la institución más corrupta en el país. Mientras que al llegar al año 2017 según Proética, se tiene al poder judicial, congreso de la república, policía nacional, gobiernos regionales y partidos políticos y movimientos regionales. Finalmente, El Cmercio-Ipsos (2018) a través de la última encuesta nacional urbano-rural, concluye que la corrupción es el principal problema del país en la actualidad, practicado en primer orden por el poder judicial, que se convierte en el “poder perjudicial”, porque trunca las aspiraciones de un País prospero y saludable.
Por consiguiente, las acciones del “poder perjudicial” no es de hoy, pertenece y se enraiza desde el pasado, la que tiene efecto, en lo económico por ejemplo, no dice Daniela Macera, en el ránking de competitividad del Foro Económico mundial 2017-2018, nuestro país está en el puesto 89 (de 137 países) en la categoría pagos irregulares y sobornos; comparte el puesto 96 (de 180 países) con Brasil, Zambia y Colombia en el índice de percepción de corrupción de la ONG Transparencia Internacional; y, entre otros informes, la Defensoría del Pueblo ha identificado que anualmente son S/12.974 mil millones los que el Perú pierde debido a este crimen.
Ahora, de acuerdo al INEI, en el quinquemeste del año 2018, el Producto Bruto Interno (PBI) a precios constantes de 2007, registró un crecimiento de 4.83%, incidió en este resultado la evolución favorable de la demanda interna dinamizada. Siendo el resultado del crecimiento de 2.81% en el mes de enero, 2.86% en febrero, 3.93% marzo, 7.81% en abril y 6.42% en mayo. Comportamiento de crecimiento, que será truncado por ser descubierto la corrupción del “poder perjudicial”, por el cual estaremos atentos.