Congresista electa de la República revela la crítica situación de salud en centros de Ayacucho
La congresista electa por Frente Amplio, Tania Pariona, explicó por qué madres de familia de la macomunidad de Cayara, Ayacucho, no administran a sus hijos los suplementos vitamínicos brindados por el Ministerio de Salud para combatir la anemia y desnutrición en niños menores de cinco años.
“Hay mucho miedo en la población, una herida que no sana. Hemos tenido gobiernos coercitivos donde se tomaba a la gente. Tú sabes que en los ochenta, llegaron los militares y asesinaron a 27 campesinos, además de las esterilizaciones forzadas, cuando venían y te inyectaban, te hacían ‘tratamientos’ y no te explicaban. Así está la situación en Cayara”, dijo la congresista en entrevista con la Agencia de Noticias de la Infancia.
La legisladora, quien pertenece a esta comunidad de Ayacucho, reveló que la gente no va a la única posta de salud de la zona por miedo, porque “hay malos tratos”, y sobre todo porque el personal no habla quechua.
“No hay mecanismos para llegar a la gente. Ellos me dicen: ‘para qué voy a ir a la posta, te tratan mal y encima no entiendo lo que me dicen. Todo lo ven ampolla, pastillas y no explican para que es’”, recuerda Pariona los testimonios que ha recogido de la zona.
La congresista electa criticó que el único centro de salud en el distrito de Cayara, no tenga un rol de acercamiento con la población. Precisó que solo hay medicamentos básicos, para un dolor de cabeza, o de estómago. No hay tratamiento suficiente para casos de emergencia.
“No tenemos una ambulancia, y cuando antes había, la gente tenía que pagar por el combustible. Tampoco hay lo necesario para atender una emergencia. Hay que ir hasta Huancapi, que está a 40 minutos, si no hay lo necesario, tienes que ir a Cangallo que está a tres horas. Ya en última instancia a Huamanga”, explicó.
Pariona recomendó que para solucionar este problema se debe descentralizar el presupuesto, pues la mayoría se queda en la capital. Y se debe cambiar el chip, tener políticas de salud preventivas, no esperar a que pase lo peor.
“Las políticas públicas, si han aterrizado en regiones, no están presupuestadas. Se necesita una política de seguimiento, fiscalizar presupuesto. En qué se usa y cuántos cambios cualitativos se ha dado. De esta manera ver en que se puede mejorar”, sentenció.