Raúl Vegas Morales
El primer año de gobierno de Kuczynski fue definitivamente malo. Conjuraron muchos factores que muestran descarnadamente la falta de institucionalidad; se va sintiendo en su madurez la destrucción de los partidos políticos, la falta de formación ideológica, la indiferencia ciudadana para participar en política y activamente en gobernabilidad.
La debilidad del gobierno parte de su propio origen: un partido político formado por un círculo de tecnócratas y empresarios dirigidos por un lobbista profesional, acostumbrados a cerrar negocios en mesas de cinco tenedores, pero sin criterio político que le de orientación a la gestión. Su debilidad se hace más evidente ante la apabullante mayoría del fujimorismo dolido por la derrota y renovado en su agresividad.
Luego llegó lo de Kuntur Wasi y el intento de forzar la ejecución del aeropuerto de Chinchero, aún a sabiendas que era un pésimo contrato. Tal como en su momento Humala se fue de boca con la famosa frase “¡Conga va!”, Kuczynski gritó “cállense la boca y déjennos trabajar”, colocando una primera piedra inviable.
Ante la debilidad y falta de criterio político, la oposición extremó su soberbia apedreando el árbol del Gabinete de donde fueron cayendo cual fruta madura los ministros no afines al fujimorismo sin que el gobierno atine defender a su gente de confianza.
El pico de la mala racha lo marcó primero el destape de la corrupción generalizada de Odebrecht, para rematar con el fenómeno del niño costero cuyo impacto económico aún no ha sido totalmente ponderado. La reacción positiva inicial del gobierno en ese aspecto, se está perdiendo por la demora en el inicio de la reconstrucción.
La mala racha de este año y la falta de reflejos del gobierno se traducen en el pobre desempeño económico del país con una economía en peligroso retroceso, menos inversión, muy escasa creación de empleos que conllevará al incremento de la pobreza.
Un año fatal. Esperamos que el mensaje por fiestas patrias retroalimente el dinamismo, que los cambios a realizar mejoren la gestión y se consolide este gobierno. Lo deseamos fervientemente por el bien de toda la población.