Mario C. Z.B. 11/12/16
La historia no solo pertenece a los historiadores. Por ello, si se logró conformar un Comité Cívico Bicentenario de la Batalla de Ayacucho, este debe tener una composición diversa y multidisciplinaria, en la que sus miembros entiendan que una verdadera celebración es una fiesta en que nadie debe sentirse excluido y que, respetando los puntos de vista, entiendan que Ayacucho como región no es un espacio geográfico accidental, que el desarrollo de ninguna localidad o región se haya hecho –o pueda hacerse- sin el aporte de las demás y que no es cierto que la “diversidad” sea un problema sino una gran posibilidad de enriquecimiento mutuo.
Considerar en agenda las lecciones que nos dejó la celebración del Centenario y Sesquicentenario de la Batalla de Ayacucho. Apropósito ¿El Estado a la fecha cumplió con la gran deuda histórica que tiene con Ayacucho?
Conocer los aciertos y errores de los demás es necesario. Para el 2024 es posible que no puedan resolverse todos los problemas y no abordar si quiera uno de ellos. Trabajemos desde ahora en aquellos que nos permitan vivir en comunidad y en plena democracia. ¿Nos sirve el pasado para aquello? Sí y mucho por ejemplo, un desarrollo regional equilibrado e infraestructura adecuada con plena vigencia de los derechos fundamentales y de dignidad de las personas.
Recuperar la convivencia y el desarrollo humano que tanta falta hace en estos tiempos luego de los aciagos años de violencia política que atravesó el país, siendo Ayacucho el departamento más golpeado, con graves secuelas que se percibe en estos tiempos sobre todo en los cientos de afectados que siguen esperando justicia y equidad. Costará recuperar el tejido social destruido por el conflicto armado interno. La CVR señala tácitamente “que se ha constatado que existió una notoria relación entre situación de pobreza y exclusión social, y probabilidad de ser víctima de la violencia. En el departamento de Ayacucho se concentra más del 40% de muertos y desaparecidos”. Una realidad innegable que deja la historia en camino al Bicentenario. Tenemos que volver a los valores dejados por quienes buscaron la independencia de Hispanoamérica para vivirlos y practicarlos, en vez de exaltarlos en términos puramente retóricos. Que los Foros no sean espacios de discusiones bizantinas.